Cuando tu hijo quiere ir a clase,
le pone todo su empeño a las actividades escolares, colabora en el salón, utiliza
herramientas que le facilita el docente para planificar sus tareas diarias
(agendas, calendarios) te dice que “hay que ir mas allá para ampliar
conocimientos no conformarse con llenar un espacio”, día a día lo vez
interesado y siente la confianza de manifestar cualquier duda ante su maestro recibiendo
con paciencia y amor las aclaratorias, los resultados son finalmente positivos sintiéndose
satisfecho consigo mismo, este es el trabajo de un maestro motivador y positivo.
En cambio un maestro que no sabe trasmitir la esencia, no tiene la capacidad de
hacerse entender por qué conoce pero no motiva, puede perjudicar a nuestros
hijos haciéndoles perder el interés hasta sentirse frustrados al no lograr
objetivos inalcanzables, este es un maestro que deja a un lado las
individualidades del niño y no toma en cuenta sus potencialidades.
Un alumno que consolida objetivos
y de repente pasa ser uno que no los logra, puede que tenga varios factores
influyentes que lo estén perjudicando, pero si uno como padre llega a constatar
que en el aula de clase es una norma entre los alumnos podría ser que esté
ocurriendo algo interno en el salón, ¿Qué hacer como padres? El primer paso a
seguir es comunicarse con el maestro y manifestar las desmejoras e inquietudes
que se ha ido observado progresivamente en tu hijo, pedir sugerencias y buscar
soluciones entre maestro - padre para facilitar el entendimiento y desarrollo
de tu hijo, si de esta manera no consigues ningún resultado puedes solicitar
ayuda con coordinadores o directores del plantel, sin cuestionar y poner en tela de juicio al
docente, la idea es buscar resolver el
problema.
Estos dos artículos pueden
reflejar un poco lo que hablo, el
primero muestra algunas características para observar cuando existen problemas con el maestro y aconseja
que hacer para abordarlo, el segundo te hace recomendaciones de como llevar una
buena relación con el maestro.
Hoy en día recuerdo con mucho
cariño a mis maestros, estas experiencias positivas que cada uno dejo en mí,
fue lo que hizo tenerle más aprecio a lo
que estudiaba y aprendía.
Aquí les dejos algunas frases inspiradoras para los maestros.
Una cosa es saber y otra
saber enseñar. Marco Tulio Cicerón
Es
detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no
procuran la transmisión de esos conocimientos. Miguel de
Unamuno
Excelente
maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno un gran deseo de
aprender. Arturo Graf
El profesor
mediocre dice. El profesor bueno explica. El profesor superior demuestra. El
profesor excelente inspira. William A.
Ward
Si un niño
no puede aprender de la manera que enseñamos, quizá debemos enseñarles de la
manera que ellos aprenden. Ignacio
‘Nacho’ Estrada